Es el lunes 13 de junio de 2050 y a las 6 de la mañana Max despierta a la pareja (Olivia y Zacarías) con una canción de su gusto.  Después de bañarse pasan a la cocina donde Max les tiene listo un buen desayuno de pinto, huevo revuelto, un poco de tocineta todos cocinados perfectamente y acompañado por un recién exprimido jugo de naranja y café.  Su perro Labrador con nombre Jim les recibió efusivamente- Max ya lo había sacado para atender sus necesidades.

Max habló del menú para la cena y se pusieron de acuerdo para una hora.  Se despidieron y salieron a ir a sus respectivos empleos en autos conducidos por el robot en el vehículo.  Los viajes son cortos porque los robots manejan a 110 kilómetros por hora conduciendo cinco centímetros de distancia del auto en frente.  

Max ya fue reprogramado porque la señora está embarazada.  Él se encargará de alimentar el bebé, de cambiar el pañal, de bañarlo y según avanza el tiempo de enseñarle el abecedario, de contar hasta 10, de caminar y de jugar con el teléfono especial para bebe que los papas ya adquirieron.

Lunes es día de lavandería y Max recoge de los canastos la ropa y la mete en la máquina.  Luego la pondrá en gavetas o la tenderá en los closets.  En la tarde cortó el zacate alrededor de la propiedad y puso un pedido de suministros para la casa.  Sacudió la sala y el comedor.

En la oficina robots atienden todo lo que es papeleo y no requieren analistas.   En la tarde el señor fue al odontólogo, que por sí es un robot – este le reparó una carie y limpió los dientes en 22 minutos.

Regresando a su casa y antes de cenar Olivia y Zacarías pasan al gimnasio por 45 minutos de ejercicio y después toman una sauna y luego a cada uno Max les da un masaje.  

En el noticiero por la televisión reportan de otro capítulo del debate sobre si se deberían hacer legales matrimonios entre un robot y un ser humano.  Cada vez más parejas de humano y robot viven juntos y ahora quieren legalizar el arreglo.  Lo bonito de este tipo de relación es que nunca hay pleitos – el robot está de acuerdo siempre con la posición del humano. También los robots tienen vida útil de 12 años – no hay necesidad de divorcio.

Ya se permiten a los robots elegirse como diputados y los debates de antaño han desaparecido.  Como un robot no puede negociar se requieren siempre humanos para decidir cuando hay una división de opinión.  Todavía no se ha elegido un robot como presidente; no es constitucional.

Cuando Olivia y Zacarías salen de viaje en la época de vacaciones llevan a Max.   Él sirve de guía y mantiene habitaciones en orden correcto.  Max aprendió a bailar bachata y Olivia está fascinada.  Eso sí, Max no sabe nadar y no se mete en las playas porque los granitos de arena se meten en sus articulaciones.

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